Los niños abandonan los pañales a los dos o los tres años de edad, sin embargo la mayoría no tiene el control nocturno de la orina hasta los cuatro años. Algunos duermen sin pañales antes, pero las estadísticas demuestran que son una minoría.

Pis en la cama

En cambio, a partir del quinto cumpleaños el 85 por ciento se levantan ya sequitos. Por eso, los pediatras toman esa edad como referencia para diagnosticar una enuresis, o lo que es lo mimo, los escapes involuntarios de pis durante la noche. Los niños mayores de cinco años que se hacen pis por la noche con relativa frecuencia (al menos cuatro veces al mes) se consideran enuréticos.

¿Cuáles son las causas de esta falta de control? Existen dos tipos de enuresis. La primaria no tienen origen aparente y la secundaria deriva de un problema físico o emocional.

En la enuresis primaria pueden estar implicadas causas genéticas ya que sabemos que existe un fuerte componente hereditario en este problema. También puede estar relacionado con un problema orgánico. En situaciones normales, los niveles de vasopresina (la hormona antidiurética, encargada de controlar la micción) se elevan durante la noche y esto impide que el pis salga sin control, pero en los niños enuréticos se ha observado que no existe esta reducción respecto al día.

La enuresis secundaria puede surgir como síntoma de una enfermedad orgánica. Por ejemplo, una alteración renal, enfermedades como la diabetes o alteraciones del sueño. Y también es frecuente que se trate de un problema psicológico derivado de una situación estresante para el niño como el nacimiento de un hermano, el ingreso en el colegio o un problema familiar. En estos casos cuando se resuelve el problema que lo causa, el niño vuelve a controlar la micción nocturna.

Sea cual sea el origen de la enuresis nocturna, es un trastorno que debe conocer el pediatra. Tan negativo para el niño es que demos demasiada importancia al problema como que se la quitemos totalmente. Después de estudiar las causas, el pediatra pondrá el tratamiento adecuado para su caso.

En el mercado existen productos específicos para la enuresis producida por trastornos hormonales. También hay sistemas de alarma que avisan y despiertan al niño cuando comienza la micción y, de esta manera, puede terminar en el water. En el caso de las enuresis secundarias a un trastorno emocional, la terapia psicológica es un gran apoyo. Pero será el médico quien elija el tratamiento más adecuado para el niño.

Además de la terapia, los padres pueden llevar a cabo medidas sencillas que facilitarán el control del pis. Por ejemplo, procura que no beba mucho agua después de la merienda y no le des un vaso de leche antes de ir a dormir, ya que es un potente diurético.

Nunca le regañes, ni le humilles por lo que le pasa. Siempre que no se haga pis felicítale, y si algún día se le escapa, quítale las sábanas y no le transmitas preocupación.

Con un tratamiento adecuado los niños terminan por controlar el pis pasados seis meses como término medio. Durante este tiempo hay que estar a su lado y animarle en todo momento.