Cómo actuar si tu hijo no come
Si tienes problemas para que tu hijo coma, lee los consejos que te brindamos a continuación. Pueden servirte de gran ayuda para tratar este problema que resulta habitual sobre todo en las edades más tempranas.
Lo primero que hay que hacer es descartar cualquier patología o malestar físico consultando al pediatra. Si el niño está sano notará tarde o temprano la sensación de hambre, y por lo tanto comerá.
Todos tenemos unos alimentos que nos gustan más y otros que nos gustan menos. Sin embargo es necesario que los niños aprendan desde pequeñitos que hay que comer de todo. Una dieta variada y equilibrada hará que crezcan más sanos y su vida sea más plena. Prueba a presentar los alimentos que causen más rechazo de una forma que resulte más atractiva para el niño. La comida, por donde primero entra es por los ojos. Si lo que no le gusta es la textura puedes intentar dárselo machacado o en puré, o mezclarlo con algún otro alimento que combine bien con esa comida y que al niño le guste.
Evita las distracciones durante la comida. Televisión, radio o juguetes deben quedar aparte cuando se está comiendo. Tampoco dejes que el hecho de que el niño no coma se convierta en una lucha personal de padres contra hijos. Si esperando un tiempo prudencial la comida sigue en el plato retírala y no caigas en el error de darle otra diferente, porque entonces estarás concediéndole un capricho y abriendo una debilidad por tu parte que será muy complicada de corregir en el futuro. Sin broncas, sin aspavientos y sin gritos. Con una actitud suave y conciliadora indícale que el tiempo de la comida se ha acabado, y que para la próxima deberá estar más atento.
Es lo más normal del mundo que para muchos padres (y ya no digamos en el caso de las abuelas) esta forma de actuar sea difícil de llevar. Piensan que el niño pasará hambre y crece dentro de ellos un malestar que les impulsa a conceder el capricho del niño. Es un error. Sólo tienes que probar a esperar a la siguiente comida. Y si prosigue con su actitud, se saltará una más, pero acabará comiendo. Hablamos de cuestión de horas. Nada que pueda ser malo para el niño ni por lo más remoto. El niño acabará comiendo en la siguiente comida (sea almuerzo, merienda, cena o desayuno) y entenderá que la comida no puede quedar en el plato, porque si no, se quedará sin ella.
También es importante que no utilices la comida como premio o como castigo: “Hoy como no te portaste bien en vez de pizza comeremos verdura”. Un enorme error, porque le estarás dando a entender que la verdura es un castigo y la verá como algo negativo.
Conseguir que tu hijo haga ejercicio físico, además de aportarle bienestar y buena salud también contribuirá a que coma mejor.
Y por último, no olvides la que quizá es la regla más importante: los padres son el ejemplo. Los hijos copian lo que ven. Si el niño ve que su papá o su mamá rechaza una comida, tendrá argumentos para hacerlo el también. Si los padres se sientan a la mesa y prestan atención a otras cosas, el niño tampoco se centrará. Sólo hay que emplear un poco de sentido común.
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