Una de las mayores preocupaciones de miles de familias en los tiempos que corren es ahorrar al máximo en sus gastos cotidianos. Por eso consideramos útil contarte una serie de trucos para que puedas ahorrar dinero en el recibo de la luz.

Las grandes compañías eléctricas son conscientes de que la energía es indispensable para todos los hogares. Jugando con esa necesidad aplican una política de precios cuanto menos cuestionable. Depende mucho del lugar en el que vivamos, y del nivel adquisitivo que tengamos, pero por lo general podemos afirmar que casi toda la energía es cara. Por lo tanto es hora de buscar algunas medidas para economizar ese gasto.

Ahorro de energía eléctricaEmpecemos por la compra de electrodomésticos. Ya sean frigoríficos, aparatos de aire acondicionado, lavadoras o cocinas, en el mercado en el que existen varios tipos de electrodomésticos clasificados según su eficiencia energética. Los etiquetados con la marca A+ garantizan un ahorro cercano al 60%. Los A++ se aproximan al 70% mientras que los A+++ sobrepasan el 75% de ahorro en consumo eléctrico.  De todas formas conviene estudiar a fondo la rentabilidad según el tiempo de vida estimado de ese electrodoméstico, ya que cuanto más eficiente es, más alto es su precio, y a veces no compensa ese desembolso.

Otra buena manera de ahorrar va en el uso de los propios electrodomésticos. Casi todos tienen programas eco o de ahorro, o se adaptan a la carga (lavavajillas, lavadoras…). Trata de ocuparlos al máximo para usarlos menos veces, y siempre que puedas lava en frío. En cuanto a cocinas y hornos, hay que decir que los que funcionan a gas gastan menos.

Si usas bombillas led o de bajo consumo notarás un ahorro significativo. Las lámparas con excesivas bombillas son un gasto prescindible, sobre todo si se trata de halógenos de alto consumo. Ejerce un uso responsable de la luz, encendiéndola sólo cuando es necesario. Aprovecha al máximo la luz solar, levantando persianas si es necesario.

En cuanto a las temperaturas, comprueba que los frigoríficos y congeladores están bien cerrados, para evitar que se escape el frío. Haz lo mismo cuando cocines pero con el calor. Es decir, usa tapas para las potas y sartenes de modo que retengan el calor y la comida tarde menos en hacerse. Si cocinas en el horno evita abrir la puerta si no es estrictamente necesario, y no lo precalientes si el tiempo de cocción es superior a una hora. Con los aparatos de aire acondicionado y calefacción ocurre algo parecido. Si tienes las ventanas o puertas abiertas no estarás haciendo un uso eficiente y eso es algo que acabará repercutiendo en tu factura de la luz.

Desenchufa los electrodomésticos que no uses. El modo Stand-by también consume. Una buena idea es usar regletas con interruptor. Así podrás apagar varios aparatos a la vez sin tener que ir desenchufándolos uno por uno.

Por último es muy recomendable mantener la instalación de luz en el hogar bien revisada. Con el tiempo suele deteriorarse, lo cual ya no sólo podría afectar al consumo de energía, sino a la seguridad contra posibles cortocircuitos, incendios…