La diferencia entre besar bien o mal puede marcar el desenlace de una relación. Poniendo en práctica los siguientes consejos lograrás dar unos besos de primera!

Algunos consejos pueden parecer demasiado obvios, pero para alguien que tenga una primera experiencia de este tipo puede ser presa de los nervios y no caer en lo más elemental, como evitar movimientos torpes, el choque de narices y ya no digamos de dientes. Debes buscar el lado correcto para inclinar tu cabeza y esto se hace sobre la marcha y sobre todo con seguridad, ya que en ese momento la duda será tu peor aliada.

Pero una cosa muy importante antes de que tus labios y los de tu pareja se junten es la mirada. Busca la complicidad, la pasión, la aceptación del propio beso en sí… Acompáñalo de una caricia, un abrazo, y lo más importante: dale grandes dosis de naturalidad. Deja los nervios a un lado y sé firme. En cuanto se inicie el beso cierra los ojos y vívelo como se merece.

Otro aspecto que puede arruinar un beso es el aliento o la falta de higiene bucal. Debes controlarlo si no quieres obtener un rechazo absoluto.

El uso de la lengua lo debes decidir según las señales que te de tu pareja. Si ves que tiende a abrir la boca puedes probar a introducir suave y lentamente la punta de tu lengua jugueteando, sin movimientos bruscos. Ojo, poco a poco.

No trates de aguantar el aire. Respira con normalidad. Si llevas gafas, mejor quítatelas para mayor comodidad y evitar que los cristales se empañen. Cuidado si existe algún tipo de aparato dental.

La duración del beso sólo depende de los dos individuos que se lo estén dando. Un buen truco para saber si la cosa va bien es separar los labios por un corto espacio de tiempo, pero no demasiada distancia. Un centímetro es suficiente, aprovechar para dar una caricia, una mirada y si todo va bien lo más probable es que tu pareja busque que continúes con el beso.

En el fondo dar un buen beso es más fácil de lo que pueda parecer en un principio. Seguridad y delicadeza son la base para triunfar.